sábado, 11 de enero de 2014

RESPUESTA DEFINITIVA DEL P. ALTAMIRA AL P. BOUCHACOURT.-



RESPUESTA DEFINITIVA DEL P. ALTAMIRA AL P. BOUCHACOURT, DE 06.01.14


Estimado P. Bouchacourt:

Luego de mi sermón del 22 de diciembre sobre la Nueva Cruzada de Rosarios, usted me pedía dos cosas “para no tomar medidas”.

Le respondí que no a ambas por los motivos allí expresados. Como consecuencia de mi negativa, usted me ha dicho que soy cambiado a Buenos Aires como ayudante del prior (Padre Rubio) y que aquí a Bogotá viene en reemplazo de mí un nuevo prior (Padre Francisco Jiménez).

La situación en que está nuestra Congregación, la Fraternidad San Pío X, lleva una buena cantidad de años (algunos la vieron desde el principio). Se agravó enormemente en los últimos dos años y medio, y se hizo más evidente y explícita para muchos de nosotros los sacerdotes.

Este estado de cosas está causado por las ideas, palabras y errores de nuestro Superior General, Monseñor Bernard Fellay. Igualmente por las acciones que realiza en su gobierno. Mons. Fellay ha hecho casi desaparecer en él el lenguaje de La Verdad, haciendo reinar –en el menor de los casos- EL IMPERIO DE LA AMBIGÜEDAD, y en otros casos peores manifestando errores contra la Doctrina Católica (ver sobre todo la Declaración Doctrinal que él presentó a Roma en abril del 2012). Y mejor ni hablemos de su expresión sobre la misa moderna: Si Monseñor Lefebvre la hubiera visto bien celebrada, no hubiera dado el paso que dio (caso Cardenal Cañizares); ¡y tomando el nombre del fundador para decir eso!

Existe en todo esto de Mons. Fellay, además, un punto clave: El Concilio Vaticano II.

Él está haciendo todo un movimiento para que terminemos aceptando y reconociendo como “Magisterio Católico” al mencionado Concilio Vaticano II. Sus palabras: lo aceptamos con reservas, no nos piden la aceptación total sino parcial, estamos a favor del 95 % del Concilio, hay bueno y malo en él.

Creo que éste es uno de los puntos más importantes de todos en su agenda, pues sabemos que la Roma Modernista jamás aceptará que no reconozcamos como “Magisterio” dicho Concilio. ¿Puede ser “magisterio” algo que tiene bueno y malo, verdad y error? Mons. Fellay ha tenido “buenos” teólogos que le escriban artículos en pos de esto y que manifiesten que Vaticano II “representa el Magisterio de la Iglesia”. Así estamos.

Pero dicho Concilio es tan sólo “un conciliábulo más” dentro de todos los que ha habido en la historia de la Iglesia. VATICANO II NO ES MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, y como enseña el Padre Calderón y otros “se debe declarar solemnemente (por nosotros) su total nulidad”.

Además, esa especie de fijación que tiene Mons. Fellay en pensar como si nosotros no estuviéramos dentro de la Iglesia Católica. Leamos estas palabras de él (creo que muchas más se podrían mostrar): “Les Nouvelles caléedoniennes”: «el Papa vuelve a las ideas tradicionales (nota del PA: habla de Benedicto XVI, lo cual es falsísimo, él es muy modernista “hasta en su corazón”)… Tal vez estamos mucho más cerca del Papa de lo que parece. (…) Además (…) Basta un acto de Roma para decir que ha terminado y que nosotros REINGRESAMOS en la Iglesia. Esto llegará. Soy muy optimista” (27 de diciembre 2010). Son los otros los que se han ido: La falsa “Iglesia Conciliar”. Nosotros tenemos las cuatro notas (leer a Mons. Lefebvre en mi sermón del 22 de diciembre). Esta crisis de la Iglesia se arreglará –creo- sólo por Dios, y mientras tanto nosotros tenemos que seguir haciendo lo que siempre hemos hecho (¿o hacíamos?).

No me quiero alargar, tal vez escriba una carta abierta a Monseñor Fellay.

Sin duda que mis decisiones no están tomadas “por” la última cruzada lanzada, sino más bien “con ocasión” de ella. Esta cruzada no es un hecho aislado, y en mi caso fue “la gota final”, luego de un estado que ha durado ya estos años. HAY QUE SABER DECIR BASTA, creo que muchos de nosotros los sacerdotes debemos ya decir basta, y creo que nuestra paciencia ha sido EXCESIVA. Por otro lado, sabemos ambos que usted hace ya más de un año, en Bucaramanga, luego de que yo le explicara mi oposición a lo que se hacía, me dijo “pero si usted está tan en contra de lo que hace Monseñor Fellay tiene que irse”, y yo le respondí entonces: “Padre, sí estoy muy en contra de lo que está haciendo Monseñor Fellay, tengo la impresión de que la Congregación va a terminar mal, pero yo ahora estoy viendo qué cosas ocurren y ocurrirán en estos meses, y veré entonces qué hago”. Demasiado que haya durado un año más.

En conclusión, no haré entonces como usted me dice (irme a Buenos Aires, etc). Me quedo en mi puesto de prior y en mi casa el Priorato de Bogotá a la espera de las dos admoniciones canónicas y el proceso de una muy probable expulsión (¿inválida?).

En el proceso que se inicie, casi seguramente se argumentará que es porque no voy a Buenos Aires:

Dejo desde ya sentado que el motivo no es ése, EL MOTIVO ES DOCTRINAL, EL MOTIVO ES LA DOCTRINA: Los errores, dichos, palabras y AMBIGüEDADES de Mons. Fellay, el cual probablemente termine destruyendo nuestra Congregación INCLUSO SIN NECESIDAD DE HACER UN ACUERDO con la falsa “Iglesia Conciliar”.

Le saludo atentamente. 

En María Santísima. Padre F. Altamira (lunes 6 enero: Fiesta de los Reyes Magos).