jueves, 28 de febrero de 2013

LA DESPEDIDA



El show-business vaticano despide al Sumo Pontífice como si se tratase de una estrella del fútbol que "cuelga los botines". ¿Qué hay detrás de todo este montaje elaborado en este momento en que la Iglesia se derrumba por su propia podredumbre farisaica? ¿A qué tanta farsa?


Sugestiva imagen aparecida en el facebook de Rome Reports en español. Dime quién te agradece y te diré lo que has hecho con el depósito de la fe que se te había confiado...


Sin embargo, para los liberales afines a la Fraternidad San Pío X “¿Ha sido su renuncia una confesión de fracaso? Cada día los indicios que nos llegan de Roma hacen pensar lo contrario. Que se trata de un "plan B" (Marcelo González, PCI). Lo contrario del fracaso ¿sería el éxito? ¿Se retira Benedicto exitoso de su pontificado? ¿Lo hace para que surja un joven Papa de su línea, es decir, que se deje guiar por la brújula del Vaticano II, según expresión del propio Benedicto?




Helicópteros. Mientras en el año 2001 el Presidente argentino Fernando De la Rúa (conocido por muchos como De la Ruina, por el estado en que dejó el país él y sus colaboradores) debió abandonar la Casa de Gobierno entre abucheos y silbidos, el papa Benedicto abandonó el Vaticano entre vítores y aplausos, cual si fuera un artista que sale de la Ópera. ¿Será por el bien que le hizo a la Iglesia o por haber contribuido a destruirla?

Pantallazo general del derrumbe que queda tras el paso de Benedicto XVI, de su amado "Beato" Juan Pablo II y los otros papas conciliares:

Ellos no son cismáticos.






Ellos están en comunión plena con Roma.




Ellos no necesitan ser reintegrados a la Iglesia.






Ellos no tienen problemas de jurisdicción.




Hagamos una clarificación (palabra muy del gusto de Mons. Fellay) pero que implica una condena (palabra desusada en el lenguaje modernista y en el lenguaje liberal de Mons. Fellay):

¿Por qué Monseñor Fellay y su Consejo han mantenido todas estas ambigüedades? ¿Por qué han sido tan imprudentes que han llegado hasta la desobediencia? ¿Por qué han estado intentando esta política tan peligrosa como suicida?
Porque Monseñor Fellay y su compañía comparten en el fondo más la eclesiología de Benedicto XVI que la de Monseñor Lefebvre.
70.
¿Cuál es esta eclesiología de Benedicto XVI?
Es la del Cardenal Ratzinger, que ya en 1988 había “insistido que la única Iglesia es la del Vaticano II” (Monseñor Lefebvre, Ecône, 19-6-1988)
71.
¿No puso en guardia Monseñor Lefebvre contra esta falsa eclesiología?
¡Por supuesto! « El Cardenal Ratzinger nos ha recordado no sé cuántas veces: “¡Si no hay más que una Iglesia!… ¡No hace falta una Iglesia paralela! Entonces, evidentemente que esta Iglesia es la Iglesia del Concilio. Si entonces le hablamos de la Tradición, el cardenal Ratzinger responde: “Pero el concilio es la Tradición de hoy. Usted debe adherirse a la Tradición de la Iglesia de hoy, no la del pasado. ¡Adhiérase a la Iglesia de hoy!” Y Monseñor Lefebvre comenta: “Se sentía bastante esto en su espíritu: tomará algunos años probablemente, pero hay que llevarnos al espíritu del Concilio…” (Ecône, 9-6-1988)
72.
¿También Monseñor Fellay piensa que no hay más que una Iglesia, una Iglesia concreta?
¡Sí, y lo predica! “El hecho de ir a Roma no quiere decir que estemos de acuerdo con ellos. Pero es la Iglesia. Y es la verdadera Iglesia. Rechazando lo que es malo, no hay que rechazarlo todo. Ella continúa siendo la Iglesia una, santa, católica y apostólica”. (Flavigny, 2-9-2012) Esta visión es engañosa porque Roma ha perdido la fe. Por lo tanto no podemos hablar de la Iglesia de hoy dejando de lado un hecho de esta importancia. Los hechos –pérdida de la fe en la cúspide de la Iglesia- son los hechos, incluso si ellos señalan el misterio de iniquidad.
73.
¿Esto contradice verdaderamente el pensamiento de Monseñor Lefebvre?
Evidentemente. La Iglesia visible se reconoce por las señales que siempre ha dado para su visibilidad: es una, santa, católica y apostólica. Les pregunto: ¿Dónde están las verdaderas notas de la Iglesia? ¿Están más en la Iglesia oficial (no se trata de la Iglesia visible, se trata de la Iglesia oficial) o en nosotros, en lo que representamos, en lo que somos? Queda claro que somos nosotros quienes conservamos la unidad de la fe, que desapareció de la Iglesia oficial. Estas notas no se encuentran en los otros… No somos nosotros, sino los modernistas, quienes salen de la Iglesia. En cuanto a decir “salir de la Iglesia visible”, es equivocarse asimilando la Iglesia oficial a la Iglesia visible. Nosotros pertenecemos bien a la Iglesia visible, a la sociedad de fieles bajo la autoridad del Papa, ya que no rechazamos la autoridad del Papa sino lo que él hace… ¿Salir, por lo tanto, de la Iglesia oficial? En cierta medida sí, evidentemente”. (Ecône, 9-9-1988).
(Del "Catecismo de la crisis en la Fraternidad Sacerdotal San Pío X")

Finalmente, la palabra de Monseñor Lefebvre:

 Monseñor Lefebvre:

“Yo le dije (al Cardenal Ratzinger) incluso si usted nos concede un obispo, incluso si usted nos da cierta autonomía respecto de los obispos, incluso si usted nos concede toda la liturgia de 1962, si usted nos concede seguir con los seminarios y la Fraternidad como lo hacemos ahora, no podemos colaborar, es imposible; porque trabajamos en direcciones diametralmente opuestas: ustedes, ustedes trabajan para la descristianización de la sociedad, de la persona humana, de la Iglesia; y nosotros estamos trabajando para la cristianización. ¡No podemos llevarnos bien estando juntos!”
(Biografía de Mons. Lefebvre por Mons. Tissier de Mallerais, p. 548)