miércoles, 6 de febrero de 2013

DE LOS PRINCIPIOS Y LA CARIDAD



Por un Monje Benedictino

Hay un gran principio doctrinal mencionado por Mons. Williamson en una de sus recientes conferencias, que nos dan luz acerca de lo que debe ser nuestra actitud frente a la crisis actual de la FSSPX. El principio está tomado del gran teólogo Garrigou-Lagrange y dice así:

"La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; es tolerante en la práctica porque ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen y son intolerantes en la práctica, porque no aman".

Principio que podría escribirse también de la siguiente manera: "Los católicos debemos ser intolerantes en principios doctrinales ya que la fe debemos mantenerla íntegra para podernos salvar, sabiendo que la verdad excluye necesariamente el error; los cristianos han de ser tolerantes en la práctica porque han de amar siempre al pecador sin amar el pecado. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en la doctrina porque o su fe es débil y defectuosa, o porque no la tienen; y son intolerantes en la práctica porque son liberales que no quieren o no pueden moverse a través de los principios doctrinales y que por lo tanto no pueden o no quieren amar, ya que no pueden o no quieren comunicar la verdad que necesariamente va a oponerse a sus ideas que no contienen la verdad".

La Resistencia tiene los principios doctrinales, pero no siempre aman en la práctica a los miembros o fieles de la FSSPX. Y por su parte la FSSPX, hablando en general, está mostrando doctrina defectuosa, faltando a la fe; y aparte de que casi siempre están mostrando falta de caridad hacia la Resistencia ya que "la verdad no peca pero incomoda".

La Resistencia peca de caridad y la FSSPX peca de fe y de caridad.

La Resistencia debe continuar haciendo corrección fraternal, para confirmar a sus hermanos de la FSSPX en la fe; pero sin abandonar la caridad, los centros de misa y los sacerdotes de la FSSPX si no nos consta que ellos en particular están en un serio error que pueda poner en peligro la fe. La Resistencia por supuesto, ha de apoyar a sus sacerdotes y capillas, ya que ellos han sido expulsados de la FSSPX; pero sin olvidar que el precepto de la caridad nos obliga a seguir unidos a los miembros del Cuerpo Místico de Cristo al cual sin duda la FSSPX todavía pertenece.

La FSSPX por su parte, está obligada a escuchar la corrección fraternal y máxime si tomamos en cuenta que ella está referida a asuntos doctrinales de suma importancia. Y si la FSSPX no está de acuerdo con esta corrección, ella está obligada por lo menos a explicar sus motivos, ya que la seriedad de la reprimenda lo demanda, y sus fieles así lo esperan y están perplejos al ver que no hay respuestas ni retractaciones por parte de sus superiores. También la FSSPX está obligada a tener caridad hacia la Resistencia ya que su finalidad es buena, incluso si los medios que a veces usa no se justifican; ellos son católicos que buscan defender los principios más importantes de nuestra fe. Sin amar su "pecado" han de amar a los pecadores. No pueden en conciencia atacar a la Resistencia sin antes descender al nivel doctrinal para refutarla.